Las emociones
Las personas no somos como los robots; tenemos emociones. Cuando se trata de hacer matemáticas o jugar al ajedrez, una maquina lo puede hacer tan bien o mejor que un ser humano. Pero cuando se trata de entender por qué una persona está triste o de mejorar la relación con alguien, los humanos lo hacemos mucho mejor que las maquinas.
La inteligencia emocional es la capacidad de controlar y utilizar nuestras emociones y las de las personas que nos rodean para hacernos felices.
La inteligencia emocional tiene varios pasos.
- RECONOCER LOS SENTIMIENTOS PROPIOS.
- CONTROLAR LOS PROPIOS SENTIMIENTOS.
- RECONOCER LOS SENTIMIENTOS DE LOS DEMÁS.
- SER CAPAZ DE MOTIVARSE A UNO MISMO.
- MEJORAR LAS RELACIONES CON LOS OTROS.
Vamos a ir explicando esto por partes.
- RECONOCER LOS SENTIMIENTOS PROPIOS.
En primer lugar, la inteligencia emocional empieza por darte cuenta de tus sentimientos en el momento en el que los tienes.
¿Como te sientes ahora? Escoge entre esta lista de sentimientos.
ALEGRÍA TRISTEZA ODIO ENVIDIA FELICIDAD FRUSTRACIÓN PLACER VERGÜENZA PREOCUPACIÓN AMOR IRA
1/ Con los sentimientos anteriores o cualquiera que se te ocurra, completa las siguientes frases;
- Cuando es mi cumpleaños y me cantan “cumpleaños feliz” siento…………….
- Cuando me entero de que a alguien de la clase le ponen buenas notas siento……………..
- Cuando oigo que a alguien le ha pasado una tragedia siento…………………….
- Cuando estoy con las personas a las que quiero siento…………….
- Cuando me esfuerzo en algo y no me sale siento…………….
- Cuando el profesor me deja en evidencia delante de los demás siento…………….
- Cuando me hacen un regalo sorpresa siento………………………
- Cuando estoy en clase y me doy cuenta de que no se hacer algo siento…………………….
- Cuando me acarician o me da un abrazo alguien que quiero siento………………….
- Cuando alguien no me da los buenos días o no me hace caso siento……………………………….
- Cuando veo que pasa algo malo y no puedo hacer nada para evitarlo siento……………….
- Cuando me río de alguien siento……………………
- Cuando se ríen de mi siento………………..
- Cuando bailo siento……..
¿Crees que todos tus compañeros han elegido igual? ¿Crees que todas las personas pensamos de manera parecida?
Pon el nombre de una emoción a estos emoticonos.
Trata de dibujar un emoticono de estas emociones.
ALIVIO INDIFERENCIA INTERÉS
CELOS
CALMA CULPA ENVIDIA VALENTÍA
Darte cuenta de tus sentimientos no es tan inmediato como parece. A menudo no nos damos cuenta de lo que nos pasa hasta tiempo después, cuando podemos enfriarnos y reflexionar sobre lo que sentíamos. Esto ocurre por ejemplo cuando estamos enfadados, y no nos damos cuenta de que estamos enfadados hasta que se nos pasa el enfado. Esto es muy importante, porque a veces podemos actuar de manera poco inteligente si estamos muy enfadados o muy preocupados o lo que sea. Nuestros sentimientos tienen efectos sobre nosotros y sobre los demás.
2/ ¿Que le puede pasar a una persona enfadada (por ejemplo, que le grite sin motivo a los demás)?
¿Que le puede pasar a una persona preocupada?
¿Que le puede pasar a una persona triste?
3/ ¿Que consejos le darías a una persona enfadada?
¿Que consejos le darías a una persona preocupada?
¿Que consejos le darías a una persona triste?
2. CONTROLAR LAS PROPIAS EMOCIONES.
Observa este vídeo. ¿Que crees que pasa?
Estos niños deben controlar su deseo de comerse rápidamente la golosina, para poder comer el doble. ¿Se te ocurre algún ejemplo parecido en el que debas controlar tu emoción para conseguir un premio mayor?
4/ ¿Por qué es difícil controlar las emociones? ¿Qué emociones resultan mas difíciles de controlar para ti?
5/ Cuando una persona sacrifica algo para conseguir algo mejor en el futuro se dice que ha “aplazado la recompensa”. Pon ejemplos de cosas que supongan “aplazar la recompensa”, como hacen los niños del video.
6/ Piensa sinceramente y responde a las siguientes cuestiones.
- Si te hiciese falta ¿Crees que serías capaz de hacer una dieta para perder peso? ¿Por qué o por que no?
- ¿Crees que serías capaz de ahorrar dinero para comprar algo que te gusta? ¿Por que por que no?
- ¿Crees que serías capaz de aprender a tocar un instrumento?¿Por qué o por qué no?
- ¿Has hecho alguna de estas cosas? ¿Cuál ha sido tu experiencia?
7/ Pon un ejemplo de decisiones que se tomen sin pensar. ¿Que puede pasar si no piensas en las consecuencias de algo?
3. RECONOCER LOS SENTIMIENTOS DE LOS DEMÁS.
No solo es importante darte cuenta de tus propios sentimientos. También es importante darte cuenta de los sentimientos de los demás.
Imagínate que alguien se pone contento cuando tu estás triste. O que se enfada cuando tu estás contento. O que se preocupa cuando tu te sientes alegre. O que se enfada cuando tu sientes tristeza…. ¿Como sería?
El lenguaje tiene un término para esa clase de personas. Los llamamos antipáticos. Son las personas que no sintonizan bien con los sentimientos de los demás. Los sentimientos de los demás les dan igual. Por ejemplo , cuando alguien se dedica a reírse de los compañeros, y le da igual lo que sientan los otros, porque solo se preocupa de él mismo.
Hay otro tipo de personas diferentes, que tienen capacidad para darse cuenta de los sentimientos de los demás. A estos los llamamos simpáticos o, mejor aun, empáticos. La empatía es la capacidad que tienen las personas de reconocer los sentimientos de los demás.
Para esto hay que empezar parándose a pensar que no somos el centro del mundo, y que las otras personas no tienen por que tener los mismos sentimientos que nosotros. A veces tenemos que darnos cuenta de que los demás tienen una vida emocional muy distinta de la nuestra.
Puedes visitar esta página y tratar de describir los sentimientos que expresan estas ilustraciones.
Hay un conocido cuento, el de los tres cerditos. ¿Te has parado a pensar que existe otra versión? Este es el cuento contado desde el punto de vista del Lobo.
Texto: La historia oculta de los tres cerditos
Me llamo Sean O’Connor. Soy un lobo irlandés. Os escribo desde la prisión de Soto del Real, en Madrid, casi habiendo cumplido la totalidad de la pena que me fue impuesta, injustamente, acusado de intento de asesinato de tres lechoncitos. Y digo injustamente, porque, por alguna extraña razón, nadie quiso nunca creer mi versión de los hechos.
Todo empezó una tarde de invierno en que yo paseaba por los bosques de Asturias recogiendo setas y tubérculos para la cena. Eran mi comida preferida desde que, hacía un año, me había trasladado desde los montes irlandeses en busca de climas más amables. Había comprado un gran terreno con todos mis ahorros y, por fin, vivía como siempre había soñado. Aquel verano, tres cerditos construyeron sus pequeñas casas dentro de mis terrenos. No me importó, pues sabía que tendría a quien acudir cuando necesitara compañía.
Esa tarde, el cielo se oscureció amenazando tormenta. Decidí volver a casa, cuando observé que un violento tornado se acercaba peligrosamente hacia las casas de los tres cerditos. Corrí desesperadamente hacia la primera, que era de paja. Antes de poder auxiliarlo, la casa se vino abajo y el cerdito corrió a la casa de su hermano. Yo me dirigí raudo hacia ésta para intentar evitar que cayera, pero fue inútil, porque estaba levantada con ramas de árbol, y fue inevitablemente engullida por el tornado. Los dos cerditos corrieron a casa del tercer hermano para refugiarse. Para entonces, era yo el que huía del tornado. Llamé desesperadamente a la puerta, porque esta casa estaba construida con ladrillos y aguantaría perfectamente el vendaval. No me abrieron. Pensé que no me habían oído, así es que intenté entrar por la chimenea. Me tiré por ella y caí en un caldero con agua hirviendo que, supongo, habrían olvidado sobre el fuego.
Cuando el tornado pasó, desperté ya en el hospital penitenciario. Me comunicaron que los cerditos habían puesto una denuncia por derribar sus casas e intentar comérmelos. En el juicio, todos creyeron a los cerditos. Creo que su aspecto tierno y rosado ayudó mucho. Cuando yo dije que recogía verduras para comer, el jurado se rió, y oí comentarios sobre mis enormes colmillos y sobre la imposibilidad de que un lobo pudiera ser vegetariano, así como sobre mi aspecto peludo y oscuro y mis extrañas ropas. Pero digo yo: ¿cómo es posible que alguien pueda creer que soplando pudiera derribar dos de sus casas e intentarlo con la tercera? ¿Por qué todos pensaron que un lobo peludo no podía ser propietario de los terrenos?
Lo único que yo quería era vivir tranquilo en mis tierras, cultivar mis hortalizas, recoger bayas silvestres y mantener limpio y cuidado el bosque. Ahora estoy enfermo y encerrado. Cuando acabe la condena, creo que volveré a Irlanda con las manos vacías y sin ninguna ilusión.
8/ A partir del cuento de Caperucita Roja escribe el mismo cuento, pero desde el punto de vista del lobo.
4. SER CAPAZ DE MOTIVARSE A UNO MISMO
5. MEJORAR LAS RELACIONES CON LOS OTROS
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